La secuencia operativa se puede dividir en dos procesos básicos perfectamente diferenciados:
1. Extracción del individuo afectado |
2. Implantación del mismo en el nuevo lugar de ubicación. |
Entre el primer y segundo paso, puede existir otro intermedio que es la fase de transporte. También puede ocurrir que algunos ejemplares aguarden en una finca vivero donde serán cuidados y replantados hasta que tengan un destino para su ubicación definitiva.
Es quizás la parte más importante del proceso general del trasplante, ya que buena parte del éxito del mismo depende de la buena ejecución de esta tarea, donde tiene que estar sumamente concienciados todo el equipo que participe en aquella. También es imprescindible conocer distintos condicionantes ambientales que influyen de manera directa en el éxito del trasplante.
Hay que hacer un detallado estudio edafológico, hidrogeológico, climatológico, geográfico y ecológico del lugar de ubicación de los individuos a trasplantar para intentar después simular unas condiciones similares en el nuevo entorno de ubicación. Una vez se haya adquirido este conocimiento, ya se puede empezar a operar con seguridad a la hora de acometer las distintas labores que esta empresa pretende realizar.
El hueco de implantación tiene que tener unas dimensiones suficientes como para que se introduzca el cepellón sin estrecheces, previamente se ha de añadir tierra vegetal enriquecida con estimulantes de crecimiento radicular.
A continuación se implantará el árbol con la pluma del camión o con otros medios alternativos y se rellenará con el mismo suelo originario, de manera que quede el cepellón enterrado, se compactará el terreno con cuidado de no dejar cámaras de aire.
Por último al finalizar todas estas labores se debe hacer un eficaz sistema de riego, ya que inicialmente hay que mantener las raíces húmedas para evitar su desecación, tampoco se puede regar demasiado y encharcar el área radicular ya que se podrían pudrir las raíces.
(Indicado para los dos primeros años)
A.- RIEGOS
Los riegos no deberán de ser muy espaciados , de 50 l a 150 l semanal en la fase de crecimiento vegetativo, según ejemplar y tipo de terreno.
Aunque de ser posible siempre seria aconsejable la instalación de un sistema de riego por goteo
B.- INYECCIONES AL VASO LEÑOSO
Estas inyecciones de nutrición general y fungicidas, diseñadas especialmente para Salvar la Encina, se aplicarán a todos los árboles trasplantados, en algunos casos según el diámetro, en una o dos unidades y se repetirá el tratamiento si la brotación es débil o inexistente. Este tratamiento dará al árbol los minerales necesarios para su correcta brotación, además con su componente de azufre y otros fungicidas podrá atajar posibles infecciones provenientes de los cortes o traumas infringidos en las tareas de trasplantes así como controlar el desarrollo de hongos patógenos, como la fitostora, ...
C.- TRATAMIENTO FOLIAR:
Para estimular y favorecer el desarrollo de las yemas y brotes, se ha formulado especialmente para Salvar la Encina un producto totalmente ecológico, llamado . La materia activa se basa en factores de transcripción extracelulares de bajo peso molecular (oligopéptidos y aminoácidos biológicamente activos), que inciden en el complejo de ARN Polimerasa como un regulador de la expresión génica, con el fin de obtener proteínas estructurales o de crecimiento. Este es el primer tratamiento que se debe realizar con el fin de activar las auxinas. La dosis es de 100 ml. Por mochila de 15 litros. Este tratamiento se podrá repetir dependiendo del estado de vegetación del árbol.
D.- TRATAMIENTO DE MASA RADICULAR:
Tratamiento de estimuladores del crecimiento radicular, con fungicidas (especialmente diseñados para Salvar la Encina) aplicado en el momento del trasplante, añadiremos otro de saturación a todo el área de implantación especialmente al perímetro de contacto del cepellón con el hueco de implantación.
Este potenciador de tierra aumenta la flora saprofita y favorece la descomposición de la materia orgánica aumentando los nutrientes del suelo. Así mismo desbloquea el suelo y facilita la floculación de las arcillas favoreciendo la asimilación de los nutrientes al provocar un mayor sistema radicular y barbillas absorbentes. La dosis es de 250 ml. Por árbol diluidos en 15 litros de agua. Este tratamiento de complementará con la incorporación de un abonado adicional, que dependerá principalmente del pH del suelo. Para suelos ácidos se usarán 500 gr. De 15-5-30 por árbol, y para suelos básicos 500 gr. por árbol de fosfato monoamónico (MAP) 12-61-0 o bien fosfato monopotásico (MKP).
Para concluir este tratamiento se realizará de 15 a 20 días después del aporte foliar, y haremos una dilución (por árbol) de 15 litros de agua, 250 ml. los 500 gr. de abono que correspondan según pH del suelo.
Dependiendo del estado fenológico y la demanda nutricional de los árboles se podrá repetir el tratamiento.
E.- TRATAMIENTO FITOSANITARIO:
Al haberse deforestado una zona como consecuencia de las obras, teniendo en cuenta la condiciones de humedad y temperatura, existe una fauna de insectos masticadores y parásitos que pueden concentrarse en los brotes nuevos de los árboles trasplantados, por lo que es importantísimo un buen tratamiento fitosanitario, normalmente y dependiendo de la intensidad del ataque y el tipo de insecto protagonista se suelo aplicar en la aplicación del estimulador de la brotacion, un tratamiento a base de "piretrinas" que sin afectar el desarrollo del árbol acabe con los insectos. Se recomienda 5 ml. de Betaciflutrin 2,5% (BULLDOCK) por mochila. Para tratamientos posteriores cuando existan plagas, hay que utilizar CIPERMETRIN 0,5% en espolvoreo. Debe vigilarse la evolución de la población de ácaros por si fuera necesario aplicar acaricida específico. También hay que vigilar posibles infecciones provocadas por hongos fitopatógenos, para lo que se realizaran visitas periódicas, evaluándose los posibles daños y realizando tratamientos con fungicidas específicos.
F.- REGULACION DE COMPOSICIÓN IDÓNEA DE TIERRAS A BASE DE ABONOS Y NUTRIENTES.